Decide celebrar su propia boda en un castillo, se jura amor eterno y termina en juicio por engañarse a sí misma
Madrid, 26 de marzo de 2025.
María del Pilar Luján, consultora emocional y fiel seguidora del autoconocimiento extremo, ha hecho historia al convertirse en la primera mujer en España en casarse consigo misma en una ceremonia valorada en más de 120.000 euros. El evento, que tuvo lugar en un castillo del siglo XV alquilado por ella misma para ella misma, contó con 300 invitados, dos orquestas sinfónicas, un menú degustación de 15 tiempos y una pelea interna sobre si lanzar o no el ramo.
“Llevaba años conociéndome y sinceramente, soy la mujer de mi vida”, declaró Pilar durante la ceremonia, donde se leyó unos votos frente al espejo y se colocó el anillo con su mano izquierda sobre la derecha, sin equivocarse. El vestido de novia fue diseñado a medida para “resaltar mi esencia interna, que soy yo”, según explicó la propia protagonista mientras caminaba hacia el altar entre dos filas de damas de honor que también eran ella misma, vestida con distintos looks.
Durante el banquete, se ofrecieron discursos de familiares que fingían comprender la decisión. Su tío, visiblemente confundido, brindó por “esta unión tan… eh… introspectiva”. La celebración incluyó una primera danza con ella misma reflejada en una pantalla LED gigante, donde bailó un vals con su sombra.
Sin embargo, lo que parecía una historia de amor eterno entró en crisis tan solo tres semanas después de la luna de miel (realizada en soledad en las Islas Maldivas), cuando Pilar se descubrió engañándose a sí misma: “Un día me encontré cenando sola con mi reflejo y me di cuenta de que ya no era la misma persona con la que me casé. Me mentí. No soy fiel a mis propios valores”, confesó.
La ruptura emocional ha desembocado en un proceso judicial inédito: Pilar ha interpuesto una demanda de divorcio… contra ella misma. El juez encargado del caso, visiblemente consternado, ha suspendido la audiencia para estudiar si puede una persona representar ambas partes en un mismo litigio de custodia emocional.
A pesar del drama postnupcial, Pilar ha anunciado que se está dando una nueva oportunidad, ahora consigo misma como amiga con derecho a roce. “Estoy en un proceso de reconexión. He vuelto a escribirle mensajes bonitos al espejo por las mañanas”, declaró. “Esta vez vamos con calma”.
La historia ha generado un fuerte impacto en redes sociales, donde ya se organizan talleres de “Solonupcias” y cursillos de “Autopareja consciente”. El Ministerio de Igualdad estudia incluir esta modalidad de relación en el Registro Civil bajo el epígrafe “Relación Monovincular Autoafectiva”.