Carteros acompañados por aves agresivas aumentan su productividad en un 43%, según Correos
Correos ha anunciado hoy, en una rueda de prensa tan surrealista como sus nuevas medidas, la implementación de un innovador servicio de entrega urgente denominado “PavoExpress”. Esta nueva estrategia logística consiste en asignar tres pavos salvajes a cada cartero con el objetivo de aumentar su velocidad de reparto y reforzar la seguridad de los paquetes. La decisión ha sido tomada tras viralizarse el vídeo de Wayne White, un empleado del Servicio Postal de Massachusetts, siendo perseguido por tres ejemplares furiosos.
«Lo vimos claro: si tres pavos pueden hacer correr a un humano promedio como si fuera Usain Bolt en los 100 metros, ¿por qué no aprovechar ese impulso para mejorar la eficiencia?», explicó Rosa Dávila, directora de Innovación Postal y Fan de la Avifauna Beligerante. «Además, son ecológicos y no requieren repostaje, salvo un poco de pan duro».
Los primeros resultados del programa piloto han sido reveladores. En tan solo una semana, los carteros asignados al proyecto han incrementado la velocidad de entrega en un 43%, reducido las pausas para el café en un 97% y perdido en conjunto 230 kilos de estrés acumulado. No obstante, también se han registrado 128 denuncias por “miradas amenazantes de aves”, 12 pantalones rotos y un incidente aislado en el que un pavo secuestró una bicicleta.
Manuel Cortés, un veterano cartero madrileño, comparte su experiencia: “Al principio me aterraban. Uno me miró fijamente y me sentí juzgado por todas mis decisiones de vida. Pero después entendí que solo hacían su trabajo: motivarme a correr. Ahora entrego 80 paquetes diarios, y además duermo en posición fetal, por si acaso”.
Los sindicatos han expresado cierta preocupación. “Estamos a favor de innovar, pero no a costa de traumatizar a nuestros trabajadores”, afirmó Lourdes Pérez, portavoz del Sindicato Estatal de Carteros Atónitos (SECA). “Pedimos, como mínimo, gafas protectoras, seguro dental, y una charla semanal con etólogos especializados en aves vengativas”.
Desde la Dirección General de Tránsito Aviar, en cambio, se muestran entusiasmados con la iniciativa. “Llevamos años intentando reinsertar pavos en la sociedad. Son animales incomprendidos, con grandes capacidades organizativas y un fuerte sentido del deber. Solo necesitan canalizar su ira adecuadamente”, aseguraron.
Correos no descarta exportar el modelo a otros países. Canadá ya ha mostrado interés, aunque propone sustituir los pavos por castores hiperactivos. Japón, por su parte, planea usar drones con forma de pájaro para no romper con la estética de la tradición.
Mientras tanto, Wayne White, el cartero que sin querer inició esta revolución logística, ha pedido asilo en Islandia, donde los únicos pavos son los que llegan en navidad… y congelados.
